Auge de las organizaciones criminales y escasa condena penal: la realidad de las fábricas de tabaco ilegal
En nuestro país el consumo de tabaco falsificado sigue creciendo hasta el 0,9% lo que ha puesto en el punto de mira de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado a las fábricas ilegales. Las cifras de este negocio no dejan indiferentes a nadie: en los seis primeros meses de este año se han ejecutado 30 entradas y registros en industrias y hogares, incautándose más de cinco millones de cajetillas de tabaco por valor de 23 millones de euros en las seis fábricas desmanteladas en nuestro país.
La envergadura de este tipo de operaciones, que se extienden durante meses, hace necesarias la colaboración entre los distintos cuerpos del Estado. Una de ellas ha sido la Operación Acrópolis, que se ha llevado a cabo durante este año en Alcalá de Henares y que se saldó con la detención de cinco personas de nacionalidad búlgara, tras varios registros en los que se encontraron 760.000 cajetillas de cigarrillos y más de 240 kilos de tabaco picado, así como material y maquinaria para la fabricación de tabaco ilegal.
“Hay que poner de manifiesto la profesionalidad de los trabajadores de la Agencia Tributaria en su lucha contra las organizaciones criminales que mediante la fabricación de tabaco ilegal generan un grave perjuicio a la economía” ha concluido Beatriz Ageitos, jefa del área de investigación aduanera de la Subdirección General de Operaciones de la Agencia Tributaria.
Por su parte, Jesús Alvargonzález Slater, teniente de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Sevilla, ha puesto de manifiesto que uno de los principales motivos de la proliferación de estas organizaciones criminales es la baja condena que conllevan. De esta forma, el bajo reproche penal hace que las personas que entran en prisión por este tipo de delitos salen volver a la actividad delictiva una vez salen de la cárcel. “Empiezan a operar como organizaciones criminales. Como novedad, en las grandes operaciones hemos empezado a incautar armas de fuego, algo que era más propio de narcotráfico” apunta Alvargonzález
Por último, Carlos Gracia Turrau, jefe de sección UDYCO de la Policía de Zaragoza, ha reflexionado también sobre la calidad de ese producto final. “De los detenidos por la fabricación ilegal, ninguno fumaba el tabaco que producían. Cuando les preguntábamos ellos se echaban a reír. Eso es un claro ejemplo de qué calidad puede tener ese producto que no pasa por ningún control sanitario” ha concluido.